El pasado 30 de marzo, James Rosenquist falleció a los 83 años. Su legado está congelado hasta que se decida los mejores pasos a seguir en su bien merecido reconocimiento póstumo. Americano de origen (Dakota del Norte, 1933), ya en los años 50, con apenas veinte años, empezó a destacar, convirtiéndose con los años en uno de los pintores más importantes del Siglo XX.

En el año 1955, con 21 años, se mudó a Nueva York con un beca para estudiar arte en The Art Students League. Al terminar sus estudios, comenzó su carrera profesional pintando vallas publicitarias en Brooklyn. Solía decir que pintó tantas que terminó soñando con ellas. Su gran estilo gráfico, sus colores brillantes y sus montajes pintados ayudaron a definir el movimiento del Arte Pop de los años 60. Sin embargo, Rosenquist criticaba esa costumbre de los críticos e historiadores del arte de agrupar a los artistas en movimientos, puesto que no conoció a Warhol o Lichtenstein hasta años más tarde. Todos y cada uno de ellos se unieron en un movimiento común, pero de una forma propia e independiente.

Rosenquist tuvo sus primeras exposiciones en la galería Green de Nueva York en los años 62 y 63. Un par de años más tarde inauguraba con el afamado galerista Leo Castelli exponiendo ¨F-111¨una de sus pinturas a gran escala más importantes, una obra que mide más de 26 metros de largo y que le permitió acceder al reconocimiento internacional que ahora ostenta.

Continua leyendo en… https://okdiario.com/…/mundo-tiene-menos-color-sin-genio-del-pop-art- 911476